l hombre guapo y encantador
ba al borde de la quiebra,
ser la más feliz de mi vida, se convir
ó a sus amigos, riendo mien
ola, rota, y pronto descu
alegría, sino con vergüenza y e
omo a una prisionera ha
ía, sola, abandonada, sintien
ue apenas escuché, y la imagen de mi tío político, Ricardo, e
oscurida
de nuevo en el día de mi bod
truido, entró sonriendo, listo para
, el juego ha
svanecido, reemplazada por el gélido frío
ofía; ahora, el inf