es, un escalofrío me recorrió al ser final
sado por las sonrisas burlonas de Valentina, la hija ado
rometido hasta la foto familiar, era una her
olada, creí que el amor verdadero triunfaría. Ricardo, mi pilar, me defendió
ardo, el hombre "pobre" y "enamorado", era un poderoso empresario en bu
lo de su traición, mientras mi corazón se hacía pedazos a
ciega? ¿Cómo pude
a no sería un peón, sino una jugadora, aunque e