vaje contra mis costillas. Era el mismo día. La misma resaca incipiente, el mismo ai
. Fui de puntillas al baño y me encerré. Me miré en el espejo. Mi cara era la de un hombre aterrori
asos de Sofía
de el otro lado de la puerta, con esa
o la cabeza", mentí, tratando
re su desayuno, ¿le das de co
a vez. "La Jef
", res
trar a la ducha y respiré hondo. Fui a la cocina, evitando mirar a la perra q
en la cocina, repiti
mi tío sin mucho entusiasmo.
sonrisa que no le llegaba a los ojos. "Pero
ra opresiva de falsedad. Esta vez no di
Me excedí un poco", di
. Mientras Sofía estaba en la ducha, corrí a mi estudio
Y ahí estaban. Cientos de fotos. Pero en todas, era la perra hembra. En algunas se notaba un poco raro, como si un collar rosa
gaslighting. Habían planeado esto. Ha
é los registros. Facturas, recordatorios de vacunas. El n
ánto tiempo llevaban manipulando mi vid
yo éramos primos hermanos. Nuestro noviazgo siempre fue un tema delicado en la familia, algo que mi abuelo desaprobaba en silencio. Pero mis padres habían
e sentía suc
do en mi contra. No querían solo volverme loco. Querían destruirme.
ntía miedo. Sentía u
a un niño ingenuo, un diseñador de vid
s reglas. Y en esta segunda vu
de trabajo. Ahí estaba. Mi verdadero celular, el personal, el que casi nun
al, la que no estaba sincro
esta
J
u juguete de dinosaurio.
me escaparon.
a. Pero tenía que ser inteligente. No podía simplemente mostrá
lan. Un plan a
erra. No acercarme a ella. Evitarla a toda cost
a antes había sentido. La batalla por mi cordura
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