uitado un peso de encima. Sus hombros, que habían estado tensos, cayeron un poco. En sus ojos ya no había ni rastro de la
, acercándose para darme un beso en la frente. M
ia él, sus dedos moviéndose
ora mismo solo está entrando mi sueldo. Lo cual, como sabes, es
ome como si esperara q
con una condescendencia que me hirvió la sangre, "tendremos que ser muy cuidadosos. Tu liquidació
La palabra "nuestro" había desaparecido de su vocabulario, reemplazada por "tuyo" y "mío". Me
e éxitos y mis contactos en la industria eran sólidos. Perder un trabajo, aunque fuera un golpe duro, no era el fin del mundo. Era un tro
de su lógica aplastante, y una son
Lo tuyo es tuyo, y lo tuyo es para ti. Lo
ción, como un maestro complacido con un alumn
acuerdo," dijo, marcando una cas
ar de veces, un gesto nervioso que delata
la parte de los ga
a máscara de hombre de negocios volviera a su lugar. Sabía que lo que iba a proponer era indef