ambio en mi tono. Deslizó el dedo por la pantalla de su iPad,
, aunque sea de maternidad. Y el otro día fuiste al cine. Y no hablemos de los cafés y los tés de burbujas que te pides por Rappi. Todo eso, Sof
de la ansiedad del despido. Un simple té de burbujas para calmar un antojo. Todo era, a sus ojos, una "tontería", un derroche impe
demostró que no había límite par
o es puro marketing, un impuesto a la inteligencia para madres primerizas asustadas. Mi mamá nos tuvo a mí y a mis hermanos sin tomar
la salud del bebé. De nuestro bebé. Estaba dispuesto a negar a su propio hijo los nutrientes esenciales para su desarrollo solo
costo de la comida, de la luz, de un salario para su madre en mi propia casa, y ahora, de las vitam
guntar, aunque ya temía la respuesta. "La
como si fuera la cosa más obvia del mundo. "Es nuestro hijo
bilidad compartida. Una frase qu
n ha luchado una batalla perdida antes de empezar. Pero no era una derrota. E
voz sonaba hueca. "Me parece q
lvió la mirada, satisfecho, creyendo que había gan
a de lo que se
bamos a incluir todas las cláusulas. Todas las letras pequeñas. Íbamos a hacer una auditoría completa de nuestra "soci