la inminente llegada de la policía,
aste, viejo est
rpe y predecible hac
ue en cámara lenta. Sin siquiera cambiar su expresión, Ricardo levantó una mano y atrapó el puño de Ma
a atrapada en una prensa de metal. El pánico apareció en
con la cara roja de
n crujido sutil se escuchó y
n oficial de mediana edad, con un rostro curtido por el sol y un bigo
!", ordenó el agente con voz
ente. El joven se la sobó, gimiendo de do
ó el Agente García, mirando el Por
de víctima. "¡Este hombre me chocó por detrás y luego me agredió!
ersión. Ricardo permaneció en silencio, con una
decir, señor?", p
a pequeña tarjeta de memoria de la cámara del tablero. "Mi vehículo tiene cámaras q
cía. El oficial sacó una tablet de su patrulla
o cerrándole el paso a Ricardo, frenando sin motivo, y al conductor haciendo gestos obscenos.
. Miró a Mateo, quien había palidecido a
usted conducía de manera temeraria, poniendo en riesgo a otros conductores y pr
o. "¡No sabe con quién está hablando! ¡Mi papá es amigo del se
licía de la vieja escuela, honesto y har
le voy a levantar una multa por conducción peligrosa, por provocar un accidente y por alterar el orden p
intimidación no había funcionado. Por primera vez en
sacó su tel
or no hacerme caso", murmuró mientras marcaba un número.
r acto del drama había concluido justo como lo había planeado.