img Venganza a Mi Esposo Cruél  /  Capítulo 2 | 27.27%
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Historia

Capítulo 2

Palabras:1140    |    Actualizado en: 09/07/2025

delgado y una bombilla desnuda que colgaba del techo, arrojando una luz amarillenta y deprimente.

a corrección, era un castigo interminable, una forma de recordarme que yo no era nada, que mi vida les pertenecía. Cada crujido de

por un médico de su familia, el doctor Ramiro. Mi

su voz era dura como el acero. "El amul

n una mezcla de lástima y m

a ha donado sangre, está anémica, débil. Sacarle más

arlo. "Es su deber, ella nos lo debe todo,

eró de mí, me iban a desangrar hasta morir por una superstición, por un bebé que ni siquiera era mío. Era como e

jos brillaban con una crueld

o, Sofía, y lo

o preparó una aguja y un pequeño cuenco de madera, me

qué, mirando a Migue

¿remordimiento? Se acercó y me tocó la mejilla, un gesto que en otro tiempo hu

digo y todo termina

abrió de nuevo, era Isabel, su v

ué haces aquí abajo?

uda desapareció, reemplazada por una sonrisa adori

eño asunto," dijo, su voz ahora melosa.

vena fue casi un alivio, una distracción de la tortura emoci

se volvió borrosa, justo antes de desmayarme, vi a Miguel t

jo él. "La protecció

sangre del cuenco se derramó sobre mi ropa, m

a sí mismo, sino a mí. "¡M

us insultos, caí en una o

y una debilidad extrema. A mi lado, en el suelo, había una bandeja con un poco de com

lla se iluminó, no tenía señal, pero sí tenía Wi-Fi, la red de la casa. Mi cor

a universidad, alguien con quien había perdido el contacto pero que siempre había

una sonrisa cálida y ojos amables,

y Sofía. Nece

si podría hacer algo, pero era una semilla

ieron una eternidad, el te

nde estás? ¿

s, alguien se preocupaba, alguien en e

o, con cada gota de sangre que extraía, me sentía más débil, pero también m

ra teñida de un rojo oscuro, casi negro, se sentía p

vino a buscarl

a apenas un susurro. "Ahora c

ces, su mirada cayó sobre el teléfono que yo había escondido torpemen

nó, mostrando mi con

, la satisfacción fue reemplazada

oz era un trueno contenido. "¿

hombros, sacudiénd

gritó, su rostro a centímetros del mí

pared, rompiéndolo en mil pedazos, la peq

s contactar a este... Ricardo... lo encontraré, y te juro, Sofía, que lo

por Ricardo, no podía permitir que le hicie

puerta con un golpe seco, el sonido de la cerradura girando fue el sonido

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