uiente, Ricardo
prometiendo llamarme en cua
é los segundos hasta que el sonido de su
e, la casa se s
isión, sino un c
que encontr
amente a s
taba entreabierta, hoy
supu
yo conocía sus secretos. O
ción, al enorme vest
e trajes carísimos, había una caja fuerte empot
o no sabía de
ace años, lo vi g
mbina
la fecha de nues
a nunca, mi reina
nía tan
números: 10
ja fuerte se abrió
con fuerza cont
saportes con nombres falsos y fotos de Ric
inero y los
la li
o parecía más un adorno que u
quilla y, con manos temblorosa
o cientos de veces con cerra
que parecieron una ete
la li
su d
ue no sabía
ágina me dej
n la caligrafía elegan
era un cuchillo que se hundía
es de negocios ni
artas
ginas dedica
de su risa, la forma en que su
sus miedos, de las pequeña
vorito. Sé que le encantará. Su felicidad es lo
segura allí. Lejos de todo. Lejos de la
far
a nuestro
s una buena mujer, leal y devota. Pero es un sacrificio necesa
s, mis ojos devorando la
ue le hacía a ella, rega
e viera las estrellas
de orquídeas, su
sla privada que yo ni si
nuestro amor, era solo una fa
ue casi muero tam
ó herida, pero nada grave. Ahora todos están convencidos de que
ó la
mi miedo... todo va
useas tan fuerte que t
que no me que
ed fría, temblando
sión insoportable en el pech
en el
evolvía la mirada
ostro pálido y una expre
as lágrimas, algo
fría y c
agua fría un alivio
, pero esta vez no con el corazón roto de una esposa
bra era u
tación,
a ana
eco
e "negocios"
excu
ment
como las piezas de un
sipando, reemplazada
a tiempo p
mpo de
que tenía
pieza por pieza, así como
a de amor a otra muje