co
de sonrisas perfectas en fotografías que valían
amaba "el rey sin corona", un empresario exitoso a la l
ra solo Ricar
rmol frío y ventanales enormes
a Ricardo en la sala principal, con una cop
nocer cada gesto suyo, cada inflexió
u costilla, era un recordatorio constante de
yo era su reina, su amul
le
a mujer que había encontrado el amor de su
tro mostraba el cans
voz profunda y cálida
no que siempre lograba calmar cu
nza, hubo un prob
in hacer
ndido a no
i lado, tomó mi
tro aniversario. Cinco años, Sof
a de una aparente adoración
respondí, sintiéndome la muj
su despacho, sentí un dolor agudo en el costado, jus
analgésico en el botiquín
a puerta del despacho de R
él la cerra
calidez que me dedicaba, flota
mano derecha, su hom
que respetara su privacidad, la misma priva
en su tono
red, conteniendo
o las veinticuatro horas", ordenaba Ricardo. "Camila no puede tener
mi
resonó en
había e
Pedro. "Pero, con todo respeto, ¿no cree que es arriesgado?
seca, una risa que nunc
cruel, llena
, Pedro. Sofía es
olpeó con la fuerza de u
ada, incapaz
. Si algún enemigo quiere llegar a mí, irá por ella primero. Mientras todos s
co años de supuestas verdades,
cada "te amo", se convirt
una medalla de honor por mi amor y lealtad
era su
haleco a
señ
a recibir el daño, par
r llamad
millación me que
í ná
mo su esposa amada, se desvaneció, dejándome
a seguir
pod
ara no caer, mis uñas
sacrificio... todo
or el hombre que dormí
intensificó, pero ya no
azón destrozado, de un
ue yo amaba
calculador que me había usado
ntinuó Ricardo, su voz cargada de una arrogancia que me revolvió el estómago. "In
ma frase que ne
nsformó en una
abía lá
na dec
ue desa
vida, la que le había e
de la puerta, moviénd
recordatorio constante, un e
r más profundo no e
un agujero negro do
ío, nació un
ue ya no er
iba a luchar p