estaba siendo, mientras su amante se paseaba por mi casa en calzoncillos. Cada vez que me decía "Gracias por entender, Miguel", sentía una oleada de ira tan caliente que me que
su arma, y la pac
nterior, mi dolor los hizo vulnerables. Mi venganza impulsiva puso un blanco en sus espaldas. Esta vez, mi silencio los protegería. Mi p
a. Primero, las finanzas. Vacié la mitad de nuestra cuenta conjunta, la parte que legalmente me correspondía, y la transferí a una nueva cuenta a mi nombre en un banco diferente.
mpre insistió en mantener oculto para "no afectar su imagen de marca". Correos electrónicos donde me pedía que desarrollara recetas para ella, recetas que luego presentó como suyas y con las que ganó premios. Mensajes de texto donde se quejaba de
una bomba atómica, causando una destrucción indi
rde, bajé a la cocina por un vaso de agua. Él y Elena estaban
ndo una cucharada de un plato que Elena acababa de prepar
h, Miguel. Justo a tiempo. Deberías probar la verdadera alta cocina. Elena por f
na puñalada directa, y ella lo sabía. Sabía que mi estilo de cocina, enfocado en la tradición y el sabor pur
, mi voz plana. Llené mi vaso
rdo tiene razón. He estado conteniendo mi creatividad por
No era solo la traición, era el borrado de nuestra historia, la reescritura d
í de la cocina. No les da
rma de una notificación en mi celular. Era
un v
tenue. Era nuestra habitación. Mi habitación. Y en mi cama, estaban ellos. Ricardo sostenía el telé
ara que vea lo que se está perdiendo. Para
u propio rostro sonriente y su
eo se
ia. No sentí celos. Sentí una náusea profunda y helada. Era la confirmación final de que no es
de afecto o duda que pudiera quedar por Elena se e
a de seguro" y le di al botón de "enviar" en el corre
: "Proceder con el divorcio. Ca
mi puerta se abrió sin llamar. Era
, su voz un susurro
su perfume, mezclado con el de R
uieres,
, sentándose en el borde de la cama.
i su mano estuvi
que esto es difícil. El video... fue una estupi
tan descarada,
corté, mi voz m
el, no quiero que terminemos odiá
ra un absurdo tan gr
el mismo aire que ella. Me levanté de la
preguntó, su voz
re", dije s
e de su toxicidad antes de que me envenenara por completo. Mientras bajaba las e
e de
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