rivada de la finca de l
y a lirios a pun
a Cruz. Una década entera soñando con
a solo una sema
o se sen
do que de costumbre. Lo atribuí a los ner
ietud no me
, y el mayordomo me dijo que Adri
interrumpir su devoción. La pesada
illado fren
ba mirando e
y su voz, un susurro roto y f
rmana solo para poder estar cerca de ti, para poder venir a verte todos los d
hermana, Catalina. La misma q
que le había entregado mi
acercarse a mi hermana en coma. Una ob
se me v
diez años se convirtió e
pezando con mis propi
por el pánico. Al verme, su rostro se tran
o deberías
on la voz temblorosa. "Se aca
elta y corrí, huyendo de la capilla
adre lloraba en un rincón. La empresa familiar, que ya estaba en la cuerda floja, se e
ompromiso era una sentenci
adre en cuanto me vio. "¿Sabes lo
rojos. "Hija, por favor, recapaci
es", la i
momento, so
que no conocía, entró en el saló
esentante de la familia Vargas. Veng
era sinónimo de poder y miedo en el mundo de los negocios.
icada situación", continuó el hombre, mirán
sa, saborean
se casará con la
jada amarga. "¿Y por qué
de calidez. "A cambio, el señor Vargas
.. era una hierba medicinal mítica, casi imposible de conseguir. La úni
r Vargas se encargará de todos los p
ojos. Miré a mi madre. Vi una desesp
me mir
e un accidente de coche provocado por sus rivales lo había
uturo ya estaba destrozado
ije, con la
e sirviera para algo. Al menos que salvara a