portazo que hizo tembla
tus putos dramas
departamento, cargada de una furia qu
sus pasos pesados y decididos. Cada portazo era
azón latiéndome a mil por hora, no por miedo, sino
o invisible, unas letras doradas come
co estresado por su música. Un ge
comprensiva. Mateo la ama, sol
mpre, sin importar lo que pasara, justificaba a Mateo. Eran la voz del guion, el guion de una hi
mprensión se me
uería pelear. Ya no quería razonar. Solo quería silencio. Un silencio
proyectos de diseño gráfico y el dinero no alcanzaba. Su respuesta fue una explosión. Me acusó de n
que vivía de mi trab
después, la puerta se abrió de nuevo. No
en una melancolía dramática. Se pasó una mano p
z rota, mirándome con esos ojos de pe
e quedé miránd
a edición limitada. Sin ella, la inspiración no
aba más de tres m
ara la renta" , dije, mi voz
La tristeza se convirti
ntigo! ¡No lo entiendes! ¡Esto
estaba el jarrón que mi abuela me había
Cosas materiales que te importa
ra decir nada, lo ar
os fue agudo y violento. Pedazos de c
queño fragmento me rozó la mej
ente. Pero en sus ojos no había ar
ó, señalando el desastre. "Tú me pro
rave, pero el peso de la escena me aplastó. El jarrón roto, el ardor
an, tan
á tan frustrado. Ella
le promete que conseguirán la gui
adas y cerré los ojos