abía cesado. Cada día había una nueva insinuación, un nuevo comentario malicioso. Me sentía agotada, pero también endurecida. La revelación de Ri
evistas. No entré por la puerta principal con los demás candidatos. Usé mi
respeto. Ninguno de ellos sabía del infierno digital que estaba viviendo. Para ellos, yo era Ele
caoba, frente a una única silla donde l
ero apasionados. Escuché sus propuestas, hice preguntas,
nciaron al sigu
id Va
elco, pero mi rostro
mostraba en sus fotos. Revisó su portafolio, sin levantar la vista. Cuando finalm
ad, y luego a una ira mal disimulada. Podía ver los engranaje
Luego, su voz se elevó, llena de
tecto alemán llamado Klaus R
. ¿Conoce a la Ar
un dedo tembloroso
esta? ¡Ella también es una candidata! ¡Esto es
miradas confusas. Yo permanecí en silencio, o
no es una candidata. Es miembro de este jurado eva
aún más. Se tambaleó, su rostro pálido. Pero
er en mi contra! ¡Es una trampa! ¡Todo esto es un
ala silenciosa. Era un
n un movimiento rápido y practicado, abrió un
a corrupción de este concurso! ¡Verán cómo la élite se
adeó en su teléfo
han tendido una trampa! La misma arquitecta de la que les he estado hablando, Elena Rojas, ¡está en el jurado! La que u
a subían exponencialmente. Cientos, luego miles.
s contigo
la corr
é des
tir, el David luchando contra un Goliat corrupto. Era su personaje, el
. "¡Porque soy un estudiante que se ha esforzado solo! ¡Y ella, con sus vestidos
ían hacia él, pero Klaus les hizo una seña para que
htag #JusticiaParaDavid se había vuelto tendencia. Estaba logrando exact
en el centro