ar. Su rostro pasó de la conmoción a la ofe
susto de muerte. Sé que a veces Ricardo puede se
no tan frío como el hielo. "Y no estoy eno
eó, su máscara de humildad
e juro que no es nada! Ricardo ya rompió con ella.
ente sus mentiras sobre ella. Pero ahora, sabía la verdad. Ricardo no solo no había
arga se dibujó
s descolocó. "Porque hace apenas dos días, los vi ju
Vargas se puso pálido
endido. Seguro que te eq
, mi respuesta sería la misma." Miré a mis padres, que me observaban con
más profundo. Incluso mi pad
¡Toda la ciudad sabe cuánto amas a mi Ricardo! ¡Lo has seguido como una sombra desde la prep
a tonta y obsesionada, indigna de su "precioso" hijo, pero
imena estaba locamente enamorada de R
e los Vargas, más allá de mis padres confundidos. Se posó en un joven qu
lado y trabajador que apenas notaba. Pero después de mi caída, después de que todos me abandonaron, él fue el único que intentó ayudarme. Me pasó
saron falsamente de robo, terminando en la miseria. Pero nunca me cu
leno de un potencial que nadie más
, sorprendido, sus ojos marrones llenos de confusión. Llevaba unos planos enrol
el trabajo, pero era fuerte y firme. Me volví hacia todo
oz clara y resonante que llenó cada rincón de la sal
quedaron boquiabiertos, mi madre ahogó un
paralizado, sus ojos abiertos como platos
y susurré, para que
or, confía en mí. Te necesito. En mi vida anterior... tú fuiste el único que fue bue
cando una señal de locura. Pero
un ruego suave. "Entra en la familia D
-