aba en el centro de un grupo, riendo, aceptando palmadas en la espalda. Parecía un re
o partiendo la multitud como un cuchillo. Los murmullo
laramente, pensó que su ridículo espectáculo
ijo, abriendo los b
e movió en un arco rápido y sonoro. La bofetada resonó
sonrisa se desvaneció, reemplazada
siseó, agarrán
vida vuelvas a usar mi nombre para tus farsas. ¿Crees que soy u
él, tratando de mantener la co
e eres un gran hombre y yo una perra desagradecida. Pero se acabó, Mateo. Quiero el
incón más privado del bar
fía. Nunca", la acorraló co
laban con una desesperación posesiva. Trató d
e toq
o no sonaba a arrepentimiento, sino a frustración. "¡Te di todo! ¡Una vi
o su vida no tenía sentido sin ella, de que estaba dispuesto a hacer cualquier cosa.
empezó a sonar. Un tono insiste
. Finalmente, con un gruñido de frustración, sacó el te
Dani
te. "¿Qué pasa aho
o el pánico apoderarse del rostro de Mateo. Sus
No te muevas! ¡Llama a una
e en su rostro. Por un instante, pareció que iba a quedarse,
solo un
u voz apresurada. "Es Dan
a y corrió hacia la salida, dejándola sola, acorr
egido a ell
esperaba sentir no llegó. En su lugar, sintió
nada. Solo la certeza de que el hombre
salvar a su amante y a su hijo, sin saber que, al hacerlo, acababa de
ticia. Y ella no i