eco en un pasillo vacío, aunque estáb
ñor Vargas. Los resultados de los
a y fría. Miré a nuestra hija, Camila, sentada en la silla de exploración, moviendo sus
tor?", preguntó Ricard
lentes, su rostro era una más
vera. Necesita una cirugía a corazón abierto lo a
derrumbó
a... ¿c
cirugía, hospitalización y cuidados postoperatorios en una clínica pri
La cifra flotó en el
r en silencio. Yo conducía, con la mirada fija
ni yo misma entendía. "Tenemos los ahorros. Siempre he
ello de esperanza e
rros de toda la vida. Grac
s y ozono, nos golpeó. En el centro de la sala, donde antes estaba nuestra mesita de centro, ahora se erigía una estitó Ricardo, su alivio momentán
, radiante, con una jarra de
tica! ¡Ximena me los trajo hoy mismo! ¡Nos va a limpiar de todas las malas vib
vendedora de productos de "bienestar" que
o pali
amos hablar. E
cia, la cirugía, el costo. Doña Sofí
suplementos, Camila sanará. No necesitará ninguna cirug
ardo, desesperado. "Necesitamos el di
o si recordara un detalle sin i
gina del banco. Mis dedos temblaban mientras
de ahorros famili
cia masiva, hecha dos días antes, por casi dos millones y medio de pesos
fía?", susurré, s
hombro y soltó un grito ahogado. Se giró
stro dinero! ¡Los ahorros de
una inversión en nuestra salud! ¡Ximena dijo que l
ro yo puse una mano en su brazo. Mi vo
do, cá
mo si estu
entiendes? ¡No hay dinero
Había algo en mi m
no solucionará nada. Tu madre creyó
asintió vig
tiende! ¡Todo lo hago por
uegra. Ella se sorprendió,
uavemente. Luego me volví hacia mi esposo. "Y tú, Ricardo, no te
o por mi reacción. Pero mi calma pareció co
emos conseguirlo?", pregu
"Por Camila, haría cualquier cosa. Ahora, ¿por qué no pruebas un
ianza, yo me senté frente a la zumbante Torre de Energía Milagrosa. No sentía pánico. No sentía d