o en mi vientre me arrastraron de vue
del embarazo." Las palabras del doctor perfo
a una vida, estaba pegado a su celular, su voz un susurro tenso y
o si mi tragedia fuera solo un inconveniente. No pregu
erla y oro, inconfundiblemente de Isabella, su joven y ambiciosa asistente,
su indiferencia, sus "viajes de negocios", sus "horas ext
a pacientemente las migajas de su at
lla, y sin dudarlo, escribí un correo a Recursos Humano
lo mi nombre y la fecha d
vil en la cama, escuchando sus impac
e hace tarde para la chamb
una foto de Isabella con un comentario de Ricardo: "Lament
té la oferta de trabajo de la competencia, un puesto de d
había escuchado en mi vida, el sonido del pri