, su rostro concentrado mientras intentaba
ueso. "Se curó, pero se nota la línea de la rotura. Debió ser una caída fuerte. Y mira e
ás que me identificaba, pero él seguía cie
s, tal vez semanas, reconstruirlo lo s
otro oficial e
datos del teléfono. La última ll
un papel
ró y luego mi
s el número
iera levantó la
hacía lo mismo, inventar historias para llamar la atención. Probabl
da duró menos de un minuto", resp
a mentirosa era capaz de cualquie
tir
terror genuino, reduci
adre borraba la única prueba de que hab
seguía inmerso en su trabajo, una j
a, mi úni
ido y sus ojos hinch
"Mi amiga, Sofía Romero. No contesta su teléfono desde anoche, no fu
ó con paciencia y lu
pués, mi padre s
é pa
a desaparición de una tal Sof
ró a Camila
casa, niña. S
untó Camila, confundid
nte se escapó con algún novio o está en casa de alguna amiga, tramando cómo seguir fasti
labras, las lágrimas r
es así. Algo malo
re. "Ahora vete antes de que te arr
e, derrotada
a que se preocupaba por mí, había sido alejada p
mi padre ll
ando en la casa que
bel, había pu
de camarones al ajill
a la veracruzana
lena de los platillos
í me podí
ente alérgica
dre me obligó a comer un camarón como
s", me dijo. "Come. Quizás si sufre
c
cerraba. Mi piel se llenó de ronchas rojas que
s arriba, jadeando,
tación, luchando por
ionaba en el suelo,
risas de mis padres
o, y a ellos n
vomitando el camarón junto con
o de mí se romp
para ellos, mi v
asma en mi propia casa
ción, luchando por respirar, escuché a
stábamos tan preocupados. Lo llevamos al mejor pediatra. No esca
d de lo
eran absurd
rmana, merecía el mejor cuid
riba por un veneno que ella misma me había dado
e di cuenta de un
ue no me
yo ni siquiera cali
n extraño, meno
or, un recordatorio c
alcantarilla que