rojo intenso y pegajoso. A través de mi visión borrosa, vi a Pedro, el vocalista de "El Zorro de Seis Col
untos!", su voz, llena de un resentimiento que nunca antes había escuchado, fue lo
un destell
de mi padre. Las luces del escenario me deslumbraron por un segundo. Estaba sentada en la primera fila, en la gran ceremonia
do en el día exacto de mi may
amente tranquilo. El dolor fantasma en mi pecho había desapareci
peraban, se arrodilló con una rodilla en el suelo frente a mi hermana Elena. El murmullo de la multitud se convirtió en un silencio sepulcral. Todos en el mundo del
nto es una estrella brillante en el firmamento del mariachi, mientras que el de tu hermana ya está en declive. M
on mi rostro, esperando ver lágrimas, desesperación, un escándalo. Elena se cubrió la boc
ganta desde su asiento de honor, pero no dijo nada pa
presión ya no era de devoción
, es cierto. Pero eso fue un golpe de suerte. Tu estrella se está apagando. No puedes llev
rogado, le había recordado todo lo que había hecho por él. Le recordé las noches sin dormir componiendo, las veces que vendí mis prop
Fue una inversión, y como cualquier buena inversión, esperabas un retorno. Considera mi éxito hasta ahora como tu ganancia. P
rdo de cuando tuve que reparar su primer gu
erían ser suficientes para cualquier tratamiento estético", dijo con una sonrisa
or la pura audacia de su ingratitud. El hombre por el que había sacrificado mi propia carrera, mi
ero ahora, con el conocimiento de mi muerte y su verdadera
a los ojos. La sonrisa que le ofrecí no era
acue
y firme en el si
mos lazos. Ere
scena. Esperaban que me aferrara a él, que luchara. No esperaban que yo, Sofía, la
corazón roto había aprendido su lección de la manera má