un aroma dulce y caro, mezclándose con el murmullo de las conversaciones de la élite de la ciudad. Hoy era la pedida de mano de Sofía, la diseñadora de moda más prom
tido, Alejandro, a su lado, apretando su mano con una seguridad que parecía inquebrantable. Él era el novio ideal, guapo, rico y de buena familia. Todo era perfecto. Los padres de Sofía, un respeta
ara llamar la atención y levantó una pequeña caja de terciopelo azul. Dentro, un anillo c
generaciones, sellamos el compromiso entre mi hijo, Alejand
taba a punto de tomar el anillo, de deslizarlo en el dedo de ella, de formalizar la promesa qu
grito desgarrador rompió el si
EJAN
escalera de mármol. El ambiente festivo se congeló, convirtiéndose en una tensión densa y palpable. L
do sordo sobre la alfombra persa. El anillo rodó fuera, perdiéndose bajo una de l