de Luis fue c
cabrón! Bienve
mi bolsillo y me sen
ba tomada. No ha
impiando el desastre de Sofí
or Ramírez p
tro lado de la línea. "Estaba preocupado, muchacho. Pe
ondí con calma. "A partir de ahora, yo me
legado de tu padre, que en paz descanse. Esa mujer tuya... no me da
ectamente," dije,
éfono sintién
struido con su propio sudor, estaba a punto d
oras cuando mi telé
So
a arrogante ni histéri
te a Armando Ra
s revisaba unos correos en mi laptop. "Le di
, Mateo! ¡Mi empresa
sa, 'Sofía Creativos' , iba a encargarse del marketing. Pero el cliente princ
¡Estás destruyendo mi co
evitar
. Hoy me reclamas que te estoy quitando un cliente que yo te conseguí. ¿No ves la contradicción?
o, seguramente busc
nuestra familia. Si a mi empresa l
tan gastada, que me provocó
ia cuyo aniversario olvidaste para ir a regalarle
r, escuché una voz masculina
arido? Dile que deje de l
Ma
No lo calló. Su silen
era microscópica, se
Sofía," dije, mi voz
y luego la voz de Mar
s llaves del Porsche para darle una vuelta? A
ión profunda, con
te, saboreando cada palabra, "qu
demandarla por herir tus senti
ra el di
o absoluto al otro
stúpida de Marcos borrándose, la expre
a actualizar tu currículum. Porque la generosidad de Sofía está a punto de secarse. Y cuando eso p
el te
caminé haci
afuera. El cielo
ho tiempo, sentí que p
no era solo
na pr
ión constante, el ser tratado como un cero a la izquierda e
zada en ese estúpido coche rojo
e la gota que
da desplante, cada mentira, cada vez que ella minimi
aba. Quizás n
nta, una red de seguridad
ó para llegar a d
en la cima, creía qu
descubrir lo equ
sonó de nu
rec
amar. Recha
vez. Y
e envié un me
os mucho de qué hablar sobre la división de bienes. Especialmente sob
el te
a había
yo no pens