e Jorge, se movió con

rgos, quería algo rápido y sencillo, incineración

cuestionar al "herm

cabeza, con los ojos lleno

su hermano hubiera q

que cualquiera pudiera ver el cuerpo d

na farsa más en esta e

en el crematorio, yo desemp

orge" y, en el momento culminan

la gente alrededor abanicándome, abrí l

pudo ocultar la sonrisa de satisfacción que compa

se grabó

ostros mientras yo d

an po

arcir las "cenizas" de Ricardo

tido con mi esposo, una mansión elega

el sofá principal, como

do, acariciando su vient

a de pie junto a la chime

pezó Doña Elena con

a no está, hay cosas

tinuó la fr

bre de Ricardo, ahora que él murió, por derecho, tod

gra as

sa de mi hijo, pero tu lugar aquí ha terminado, te daremos una

ión de la casa pasará a mis manos, yo me encargaré

derrumbara, que suplicara,

Sofía era

les ofrecí una

ente. «No podría soportar seguir vi

ron, sorprendidos por

o problema», contin

mi bolso y la puse so

so, un genio en la cocina, per

ció el ceño,

o una pila de estados de c

có esta casa para conseguir un préstamo que nunca pagó, y h

n la habitaci

udas, por supuesto, yo, como su viuda, estoy dispuesta a renunciar a cualquier derecho sobr

ctamente

un restaurante en quieebra y de una cas

reció del rostr

miró con

Ricardo era exitoso! ¡

«Pero no tienen que creerme, los abogados del ban

ntiendo una ol

de Valentina, no quiero ser una carga para ust

del brazo antes de

ra», dijo co

s todo

atizando su nuevo nombre. «La cruda

garre y me dirig

entes lejanos que habían venido a

é la opo

n el rostro bañado

mismo día del funeral de mi esposo!», soll

ir! ¡Y ahora quieren que me haga

, mirando a Doña Elena y a

rca se pu

rapado, tuv

a mí. «Es un malentendido, por supuesto que tú y mi sobrina se

l, escondiendo mi sonris

do la prim

echo y a asumir la responsabilidad de las

rropaba a Valentina, ella me mi

é todos estaba

ié su

se fue al cie

ó el ceño,

jo con la lógica ap

s gafas del tío Jorge, y me

e encogió po

racé

mi vida, tienes

o estaba listo

do lo estuviera, fuéramos noso