ios secos del Jefe, una risa seca y quebradiza brotó de s
te complacido, "¡eso es lo que
na mezcla de temor y confusión. "¿Ven? ¡Esta
Jefe se convirtió en un espasmo violento, un ataque de tos que sacudió todo su frágil cuerpo. Su rostro pasó del pálido al rojo, y luego a
ma, el pánico finalmente rompi
, apartando a todos de la cama, el sonido de sus voces profesionales y el pitido aceler
ia Sofía, sus ojos inyectados en sangre por la rabia
furia, "¡Bruja! ¡Tú le hiciste est
ó en el salón, tan fuerte como un disparo, Sofía tropezó hacia atrás, el ardor en su piel extendiéndose por todo su rost
e aplastar a Sofía de una vez por todas y, al mism
lando a Sofía con un dedo acusador, "¡E
madre, Doña Elena, nos enseñó a todas a fingir, a montar un espectáculo para que la gente creyer
desprecio en sus rostros se profundizó, los guardias murmuraron entre ellos. Habían sido engañados, la
ía hasta que sus rostros estuvieron a centímetros de distancia, "Has venido a la c
vestido, sus uñas clavándose en la tela. "T
u mente, una idea desesperada, brillante y terriblemente arriesgada tomó forma. Miró a sus hermanas, que sonreían triunfantes, miró a la
dosamente elegida, "no puedo leer las energías como Carmen, ni el dest
n de todos, incluso la del Doctor Mateo, que se
xtraña resonancia, una autoridad que nadie esperaba, "mi poder está en mi palabra,
movimiento sorprendentemente fuerte y señaló d
o morirá hoy, digo que su ataque pasará, que sus pulmones se llenarán de aire y qu
fe cesó, tomó una bocanada de aire profunda y temblorosa, el pitido frenético
do de otro tipo, un miedo a lo inexplicable. Sofía no había h