só el cráneo, borrando t
dres, mientras mi madre susurraba: "Sofía, es lo mejor. Cam
que la expuse por robar mi lugar en la UNAM. Pero su nota de
on asesina. Mis propios padr
ante las cámaras. Incluso Mateo, mi
l, supliqué, lloré, pero nadie m
ventana de mi antiguo cuarto. Miré mi celular y la fec
día en que mi vida
uria helada corrían por mis mejillas. En mi vida an
estruiría. A ella y a todo