n susurro, pero cada palabra se sen
cesitamos di
tensión que llenaba el aire. Lo miré, tratando de encontrar al hombre con el que me casé hace cinco años, pero solo veía a un extraño. Ricardo
mucho. Es joven, impulsiva... necesita una prueba de que voy en serio con ella. Con un divorcio
odelo veinte años más joven que yo, cuyo rostro aparecía en to
unda que amenazaba con ahogarme. Quería gritarle, preguntarle si había
ió mi mente, una voz sin
es la base de su existencia en este mundo. El divorcio y una distancia físic
se completará
de este mundo. Un sistema desconocido me trajo aquí con una única misión: ser la compañera d
ncio, acepté la humilla
je, y mi voz sonó extrañam
e un alivio que me revolvió el estómago. Se a
ntra mi cabello. "Eres la mejor espo
un esposo desconsolado. Me tomó de la mano, sus ojos brillando con lá
to," dijo en voz alta, para q
a hueca, una espectadora
uestro camino. Camila. Llevaba un vestido rojo tan llamativo que dolí
enenosa. Se colgó de su brazo y me miró de arriba aba
undo, pero la mano de Camila en su
¿qué hac
ó, y luego su mirada se posó en mi mano. "Oh, ¿todavía
Su cobardía era tan palpa
, su voz tensa.
a darle paso a su nueva vida. Lentamente, me quité el anillo de bodas, el oro se sent
erraron sobre
urlona. "Ahora sí, podemos irnos,
mo único compañero. Me subí al auto que Ricardo había dispuesto para
l sistema resonó de nuevo en mi cabeza,
pañerismo term
ra la disolución del alma: 72
s. El final h