irtieron en una
mi espalda y piernas era una constante, un recordatorio de que nunca volvería a caminar, a pararme en un escenario con mi guitarra. La negrura en mis ojos seguía ahí, inmutable. Cada sonido era una a
ó de golpe y un murmullo
i famoso que se metió c
novia por su propio her
o. ¿Y así quería casarse
ámaras, flashes que yo no podía ver pero que sentía como golpes en la cara. Me sentí desnudo, exhibid
verdad que su familia
a Elena para que lo
aba con Ricardo d
picándome. Intenté taparme los oídos, pero mis brazos no
a Elena se alzó, clara y autoritaria, desde
. Armando, lamentablemente, ha tomado decisiones muy equivocadas que lo han llevado a esta terrible situación. Por el bien de nuestro apellido y po
o, pesado. Luego, un frene
e tan agudo que ahogó el dolor físico. Un grito desgarrador salió de mi garganta, un sonido animal, lleno de rabia y desesperación. Grité hasta que me
riodistas, ahora sí, actuando su papel de madre protector
iendo empujada fuera del cuarto,
er, solo interrumpido p
vez. Su perfume caro invadiendo
esa voz falsa y suave. "Ya se f
añado. Pero estaba exhausto. El cuerpo y el alma no me daban para más. La humillación
n un pozo oscuro y profundo, creí escuchar una voz le
¡Compadre,
olo un sueño, un último eco del mundo que había perdido? Me aferré