u rostro era una mezcla de shock, furia y
o tienes derecho a e
o, pasando entre los jueces atónito
sin escuchar. Me co
te a ella y levanté
en que ha trabajado la tierra, que ha molido el maíz con pi
ock inicial, corrió al lado de
ne a arruinar mi gran día porque está
alabras no tenían el mismo efecto. La gente la miraba, luego
n chef de renombre internac
s muy serias. Y su aparición es... ir
. "Y no pido que me crean solo po
soltó una
probar? ¿Cómo arruina
Isabella. "Aquí y ahora. Denos los mismos ingredi
tre el público. Era un drama inesperado, mu
ículo!", chi
l jurado me miraba co
dijo, frotándose la barbilla. "Pero no tenemos in
ella me proporcione su recurso más preciado: el maíz criollo que nuestra f
y bueno. Ese maíz era la base de su poder robado.
s mío!",
"¿Acaso temes que ella pueda hacer al
o contraído por la rabia, Isabella no tuvo más remedio que aceptar.
entí. La conexión. La energía pura y ancestra
o, lleno de técnicas pretenciosas, yo hice algo simple. Puse el nixtamMis movimientos eran fluidos, naturales, sin esfuerzo. Cada tortilla que caía en el comal caliente se infla
ocena de tortillas perfectas. Las presenté
o por mi abuela, to
e par en par, y luego, lentamente, se llenaron de lágrimas.
"Este es el sabor que cr
n la boca llena. "Increíble. La pure
su mundo se desmoronaba,
a mí. Su mano temblo
Sofía. Est
gresado. Pero la bata
o no ha terminado. Te reto. No por un título, ni por un premi
fulminó con la mirada. Sabía que no
eó. "Y te voy
to acceso al banco de ingredientes premium! ¡Ahora!", le
as, sino meditando, conectando con los ingredientes, centrando mi energía. Isabella se encerró
ción de práctica, donde yo
ú juegas a la granjera, yo estoy dominando técnicas
son
mos, her
escansar. Isabella no entendía. Creía que me había rendido. No sabía qu
a declarada. Y