te. Una prestigiosa clínica la había invitado para dar una serie de conferencias y
untó una noche, mientras acariciaba su vientre apenas
u mano. "Y a donde tú vayas, yo voy. Además, alguien tiene que asegu
había empezado como un contrato, pero se había convertido en lo m
ue Camila saliera de una junta con el director. El lugar era lujoso, olía a antiséptico y a dinero. Me sentía fuera
justo como le gustaba. Al dar la vuelta en un corred
arte," dije, agachán
a," dijo una voz femeni
a
un vestido ajustado, tacones altos y un maquillaje impecable. Se veía exactam
sa total en una fracción de segund
y? ¿Er
zón no se aceleró. No sentí dolor, ni nostalgia. Solo una leve molestia, como
ó, reemplazada por una sonrisa de superioridad. Me miró de
ndo las palabras. "Así que regresaste. Supong
an predecible que c
n trabajito de intendencia? No te v
ndí, mi voz tranquila. No iba a da
Escuché que te casaste con una tipa por arreglo. ¿Qué pasó? ¿Ya te
me. No tenía tiempo ni energía para
el brazo. "Ahora que estás aquí, puedes serme útil. Mi hijo tiene hambre. Ve a la cafetería y
re con un movimient
cky de antes, al hombre que habría corrido a cumplir sus capri
ivía atrapada en una fantasía donde ella era el centro del universo y yo seguía siendo su satélite. Vi su vida en un instante: la luch
tí lá
almada, pero final. "No voy
lidad y furia. No podía procesar que le hub