abía contratado para una consulta en su casa, una residencia impresionante en una de las zonas más exclusivas de la ciudad. Mientras esperaba en la sala, admirando el ar
cristal que daba al patio, vi
nos cinco años, lo levantaba en e
era mi esp
estaurantes, el hombre con el que había comp
la casa de mi clienta, actua
ones y sentí cómo el mundo se desmoronaba bajo mis
canasta de ropa recién lavada y c
o a Mateo en nuestro último aniversario, y los panta
a, le habló a Mateo con una famili
do con Leo, no lo agites
iño se ll
o llamó
al ventanal, corrió hacia su
uién es e
onocerme, su expresión e
a que te conté, vino
e ahora me miraba con los ojo
é no saludas? N
cer, en esta vida que él había construido en secreto,
r dentro, una ola de náuse
eo llegaba tarde, excusándose co
de semana a otras ciudades, de los que
mos nuestro propio hijo, de que estaba con
ra fa
pida hab
monio, era una farsa monumental,
ía res
que me doblé ligeramente, apoyando
nfrentarlo
te a ellos, frente a la o
i media vuelta y caminé
n, cada paso era un
doméstica que me había sido robada, y corrí h
iré