sta. Sofía, vestida con un sencillo pero elegante conjunto de lino blanco, estaba preparando té en la cocina. No era un té cualquiera; era un Da Hong Pao, uno de los tés más caros del
un momento de paz antes de la to
. Don Ernesto, que había dejado su puesto en la mansión Herrer
ta Lorena está en la rec
iró. Tan p
ir, Ernesto
in esperar a ser invitada. Sus ojos recorrieron
s ratas", espetó. "¿Robaron todo lo d
Antes de que nadie pudiera reaccionar, se abalanzó y la tiró
torpe soy. Pero no te preocupes, te co
tió un escalofrío. Los ojos de Sofía no mos
el Dragón'. Era una pieza única de la dinastía Ming. La última ve
oquiabierta, su r
ndo. ¡Es solo una v
está min
onversación. Valeria, la abogada, salió de una
egún el artículo 397 del Código Penal Federal, eso se llama daño en propiedad ajena, y dado el valor del objeto, es un delito grave que se castiga
ada por la jerga legal y
. ¡Lo pagaré! Rodrig
n fajo de billetes y lo arr
tar para comprar cien de
stado observando la escena des
to de la caja en la que venía la tetera
llación. Al verse acorralada y ridiculizada, re
Sofía. "¡Querías que la rompiera para extorsionarme! ¡
fuera a arrancarse el collar de diam
entaste arrancarme
alir de sus habitaciones simplemente la miraron con una mezcla de asco y compasión. Lorena n
grandes de su preciada tetera. Cada fragmento era un recordatorio no de la pérdida, sino d