, pero una tristeza profunda se instaló en su pecho, pesada y frí
o por la ventana hacia los viñe
de ella, sonriendo con
ra falsa que le revolvió el estómago. "Mateo
scuché que estuviste
n. León lo ignoró
hace é
rosero, León. Mateo cree que lo atac
e oía. "¿Qué? Eso es ment
dose más fría. "Dice que le dijiste que si no se iba, te asegu
amó León, sintiendo una o
chos, León. Y el hecho es que tú estabas celoso
sonó en la habitación. Era
lgo que no hice", dijo León
ros del suyo. Su perfume caro lo envolvió, un
juego", susurró, y León supo que se ref
visible. León miró a Mateo, que disfrutaba
La humillación era un s
s, casi inaudibles. Se mordió el labio con t
una risita
o!", gritó León, la rab
ro el sonido resonó en el silencio. Fue una bof
"Con calma. Como un
rotado. "Lo siento, Mate
ó, satisfecha.
mano. "Ahora que esto está arreglad
detuvo en la puerta y miró
o con mis abogados. Vo
atónito. No
negocio. "Una casa en Buenos Aires, dinero suficiente para que no tengas que preocu
"amigos" er
nuevo. Hizo un gesto de burla hacia
errando la puerta y dejando
ejarse. El sonido de la bofetada todavía ardía en
orc
d. Pero en ese momento, solo significaba que
peles del divorcio. Eran documentos fríos y l
bién le dio un r
go personal", dijo el hombre, sin mirarlo a los ojos. "Dice que solo
s papeles y firmó donde se
impo
una decisión. No iba a esperar a que Isabella
desapa