me como una roca. No iba a mov
, había elegido a Carla, h
a enfrentar la
ándole palmadas en la espalda y alabando a Carla por su "a
cación de
mañana. No "Mateo pierde por deshidratación", sino "Mateo,
ujó en mis labios. Era un
Mi trabajo como su chef, nutricionista y entrenadora no of
alir del estadio cu
Ma
undo antes
Mateo?", pregun
gitada y desesperada, muy diferente al tono confiado de
", pregunté, aunque
una recaída, está en el hospital. Nec
n desdén pero que no tenía problemas en aceptar el dinero
co. Habría movido cielo, mar y tierra para conseguir ese di
ma, no el mío", r
atónito al otro
ué estás hablando? ¡Es
ya no somos nada, Mate
iscusión estúpida. Lo siento, ¿ok? Fui un idiota. Pe
e beberte el té de Carla", dije, y
s! ¡Si no me ayudas, si no estás aquí para guiarme, podría perder! ¡Y
la. El hombre que me había abofeteado por dudar
no es mi problema", repet
dose en ira. "¡Si no vienes aquí ahora mismo,
risa seca y
enazarme con eso? ¿De
os fines de semana enteros cocinando comidas especiales para él, la vez que vend
años de amigos, todo por estar a su lado, asegurándom
radecido, me pagó con una bofe
terminamos en el momento en que levantaste tu mano contra
, espe
petir. No somos nada. No me llames. No me
r una respue
a. Luego el de Pedro y el resto del equipo. Uno por
pantalla de mi tel
ligereza, de libe
dor, presa del pánico, mirando
ecuado para contrarrestar la deshidratació
le diera los masajes de recup
ra las debilidades de su oponente que h
ga prohibida y sin el soporte que lo ha
a tener un asiento en pri
la reventa, una muy
staba a punt