durante meses. Era mi proyecto, mi sueño. Había diseñado el menú, supervisado la decoración, elegido cada detalle. Se
llegué, todo
n sido reemplazados por un frío y corporativo azul y plata. En el centro del salón, donde debería estar el retrato de mi madre, Elena, una pintura que siem
borrado el legado de mi madre, mi historia, y lo
en un cabestrillo, actuando como la anfitrion
ta para que todos la oyeran. "Aunque no te espe
tre por un segundo. El miedo
ya lo olvidaste?" respondí, mi v
ian. Ahora soy parte de la familia. Y de
rostro era una máscar
s bien? Ricardo me dijo que
mirándolo a los ojos. "Solo vine
en un pequeño rincón, vi que lo habían arrinconado detrás de una planta. Mi corazón se en
marlo, la mano de
sa antigüedad no encaja c
ratando de soltarme de su agarre. "Y este es
a, su voz destilaba veneno. "Y su tie
a soltó un grito agudo y se tropezó hacia atrás, chocando deliberadamente contra un
ome con su mano "sana" . "¡Es
seguramente se había hecho ella misma. Las lágrimas de cocodrilo corrían por su
do de Rebeca, abrazá
ué te pasa?!
ero mi voz se perdió en el
no era de un padre preocupado, sino de un empr
tás haciendo una escena.
risa amarga y rota. "Tú me vendiste. ¡
e mi padre
favor, acompañen a la señ
ando de mi propio evento, de mi propio restaurante, tratada como una criminal frente a toda la élite de la ciudad. Mien
intado como la villana, la exnovia loca y celosa. Y yo, en mi intento de