da que toda
gio de las Bodegas Castillo de La Rioja, mi
ecían las otras. «Ha conseguido
yo sabía el preci
r de aceite de oliva. Quería formar una familia, darle a
lo dije, él ni
ustándose el reloj suizo que siempre ll
se encogi
iarle mensajes. Le hablaba de mis días, de cómo
spuesta. N
, mientras el sol de Sevilla caía a plomo. Er
estás se
ra tensa
asha? Me está
s. Y no solo eso, la han contratado en B
Tessa. La "luz de luna blanca" de Iván
aje de negocios a Mendoza. Su
Mi mano temblaba mientras marcaba el númer
pregunta rápida, ¿Iván
pausa i
awson está con él. Es un vi
r más. Mis ojos se llenaron de l
de Iván en una red social olvidada. Estaba lleno de fotos de una joven Tes
ndonado mi pasión, el flamenco, para estudiar enología en La Rioja, solo para estar cerca de él. Habí
inge
os retumbaban como cañones. Siempre me habían dado mie
z veces. El teléfono sonaba y sonaba
onte
rimer amor de un hombre es una herida que nunca ci
bre la mesilla de noche. Vitaminas, ácido fólico... todo par
n cruel que me q
n una taza de leche caliente con miel, c
ara que du
n una voz que no reconocí com
y le envié un últ
rciém
o resp
adilla me despertó de madrugada, el corazón latié
e de Iván. Un
acue
a contenido antes ahora brotaban sin control. Así de simple
a mirarlo a los ojos y preguntarle por qué. ¿Por qué casars
Mendoza. C
la compañía. Era un regalo que le había hecho a Iván por nuestro aniversa
eo fue profesional, pero s
e. El señor Castillo lo usó para su viaje a Mendoza. Despe
yó de la mano. El mu