pasaba de rodillas, tallando pisos ajenos con un c
etos, era Ximena, la maestra de ritos funerarios modernos, la que ayudaba
se iban y consuelo a los que se quedaban,
etirarme joven, comprar una casita en la pl
arlo, solo un gran tra
un viejo modelo que solo usaba para mis
úmero de
que no delataba que hace cinco minutos estaba
era grave, autoritaria, de esas que no e
mi corazón empezó a la
suma urgencia y confidencialidad", dijo
sica para mis oídos, pero la urg
entras guardaba mis trapos y quí
puerta en veinte minutos", respondió él, "Le ofre
illón d
e cae el
praba mi casita en la playa,
taba llamand
codicia superando por un mome
ombre añadió algo q
e fallecer, era mi único heredero, necesito que usted, con sus... artes, se
procesando la absurd
n heredero
abituales de guiar almas, era algo o
de golpe, "Mis servicios son para dar paz al difunto, n
ó una risa sec
re usted, su abuela era una leyenda en este campo y usted heredó su don", su voz era un cuchillo afilado, "Me
lón de
ilaba frent
ulos. El riesgo era altísimo, la petición era gro
necesito el cincuenta por ciento por adelantado, tr
encio tenso
su respira
u cuenta en cinco minutos, mi nombre es Velasco,
la
ricas y poderosas del país, dueños de un imperio empresarial q
e ellos, de su fortuna, de
estaba contratando para una tarea que so
mi celular vibró con la notificación de una tra
n la pantalla y
a march
so y con los vidrios polarizados, se detuvo
traje y cara de pocos amigos, me a
ad hacia la zona más exclusiva, donde las cas
te a un portón de hierro forjado d
estaba grabado en
mino que serpenteaba a través de un jardín per
y cristal, imponente y fría, par
alofrío recorrer mi espalda, y
je impecable, me esperaba en el umbral, su rostro estaba marcado por el d
racio
lloraba en un pañuelo de seda, su cuerpo t
sco, su voz era la misma de la llam
ije, mi frase de cajón
sus ojos rojos e hinchados me mi
yude a mi hijo, es lo ún
y por un momento, sentí
o me tomó del brazo, su agar
guiándome hacia el interior, "El cuer
cía interminable, decorado con arte carísimo
ró fijamente, "Por eso, he decidido aumentar la oferta a do
mill
ón dio u
mis ojos se posaron en una fotografía
Velasco, y en medio de ellos, un joven s
el aire
a esa
a esos
el heredero por el que me pagarían una fo
Mat
os años, el que desapareció de mi vida sin deja