aire, se detuvo un momento en el pasillo. La puerta del dormitorio estaba entreabierta y podí
tó Isabella, su voz melosa pero con un filo de desprecio. "Es tan... simp
una respuesta que destrozó el último vestigio d
ón. "Supongo que era cómodo. Ella no pedía mucho, se conformaba con poco. Pero sie
las
Sofía. Siete años de apoyo, de sacrif
no burlón que la hizo estremecerse. "Mientras yo soñaba con dirigir un departamento, con tener poder, ella soñaba con vender cojines.
voz satisfecha. "Ahora que te has deshec
itura de su amor como una simple conveniencia. Recordó todas las veces que Marco se había quejado de su falta de "hambre", las veces que había menospreciado s
a, o quizás nunca había existido en absoluto. Había estado enamorada d
s que escuchar. En silencio, caminó hacia la puerta principal. No se despidió. No hizo ningún ruid
ría, pero no tanto como el vacío que sentía por dentro. Sacó su teléfono y miró los boletos de a
un auto para el aeropuerto. Si su vida se había derru
to, su teléfono vibró.
as cosas terminaron mal. Te transferí 50,000 pesos para que te las arr
ntenerla a distancia. Sofía miró la notificación del banco confirmando la transferencia. Luego,
uctor le ayudó a subir
to, por favor
s. Miró hacia adelante, hacia las luces de la ciudad que se extendí
-