resonó en el pequeño dormitorio, cargada de un desprecio que le revolvió el estómago
cando, pero Isabella se interpuso en su camino, bloqueando la ent
ella, saboreando la palabra "ex" . "O es que ademá
ijamente, su ma
ú misma. Tien
se desvaneció, reemplaz
ue no te haya demandado por acosar a mi prometido. Una empleada d
pero no para defender a Sofía. Se acercó a el
s cosas. Solo es un vaso de a
ra un problema molesto que necesitaba ser
a, su voz temblando de rabia contenida. Inten
ento, Marc
acia un lado con fuerza. Sofía perdió el equilibrio, tropezó con la alfombra y cayó al suelo, go
l acto que por el dolor físico. Marco, el hombre que le
soltó una
e que la princesita
do gutural escapó de su garganta. Se inclinó hacia adelante y vomitó violentamente, el líquido ácido salpi
y repugnante
favorito, luego a Isabella, que se limpiaba la boc
eñalando a Sofía en el suelo. "¡Me has puesto nervi
Isabella, sobándole la e
No te alteres por ella, no vale
lo, procesando la humillación. Su mirada no contenía ni
ovocas que le pase algo a mi hijo! Si le pasa algo a este bebé, Sofía, te juro que
to que habían alquilado juntos, que ella había pagado la mitad del de
una palabra, recogió su ropa manchada del suelo, la metió en una bolsa de p
n la cabeza en alto, y salió de ese lugar que una vez llamó
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