tada en el coche, viendo l
datorio de las lágrima
r, encendí el motor y conduje a
ela. Puse mi máscara de madre normal, le preparé el des
lugar de ir a mi taller, conduje hast
enfrente, con una taza de
en punto, ll
regó su maletín y le puso una mano en la espalda baja mientra
os miraban con una mezcla d
. Yo era la única tont
cogí a Luna d
as íbamos a casa, e
s a la feria con
zón se
Cuándo fue e
te preocuparas por el trabajo. Comimos algodón de
era el martillo que termi
zándome. Estaba construyendo una nueva familia con
durmió, hice algo que nunc
un investig
iela y le pedí que ave
garon en menos de
muerto hacía unos años, y su madre trabajaba limpiando casas. Ricardo había conocid
dros que nadie más quería. Cuando el padre murió, Ricardo, en un gesto
y Ricardo en cenas románticas, saliendo d
página fue la q
alla del perfil privado
na, sonriendo felices en la feria. La le
um de fotos titulado
ayudándola a soplar las velas de su pastel de cumpleaños. Ricardo y Da
ticular me revo
poyada en el pecho de un Ricardo dormido.
ad tan profunda, tan sere
e náuseas y corrí
a dentro, mi cuerpo convulsionan
ojos estaban rojos e hin
traña. Una tonta, una mártir, una mujer que h
fensa había sido la negación. Ig
gnorar esto. Ya no
Se trataba del hijo q
a mi marido. Quería mi
iba a pe
de mí. La tristeza se tran
o y marqué el n
onte
mpor
illé con cuidado para ocultar las
su o
con esto. De un