antalla, "Sofía", y sentí un nudo en el estómago. Mi hijo, mi pequeño Juanito, estaba en la sala de op
amada, con la
ponía que tenías que recoge
, sin una pizca
uanito... tuvo un accidente. Un c
. No fue un silencio de shock o de dolor,
al?", pregun
Por favor,
ió con una expresión sombría. Me dijo que Juanito había sobrevivido a la cirugía, pero que estaba en coma. Su cerebro ha
a Ricardo, su amor de juventud, un hombre que siempre me había desp
abogada, dura y precisa, llenando el pasillo. Después de hablar con él,
afilada como el hielo. "Tú l
¿de qué estás hablando? Yo lo e
a está en camino. Les dije que siempre has sido un padre negligente, que hoy estaba
estaba escuchando. La mujer con la que había compartido mi vida, la madre de mi hijo, me estaba acusando de la atr
respetada, pesaban más que mis negaciones desesperadas. Me trataron como a un c
ra una notificación de la nube de seguridad de nuestra casa. Un archivo de audio se habí
la de Ricardo. La grabación era de esa misma t
, preguntaba Ricardo. "Pedro es un arqu
ladora. "Una vez que esté fuera del camino, sus proyecto
sa. Mi coraz
el niño?", pr
sangre. "Un recordatorio constante de mi error al casarme con
y gutural. "Eres más despiada
licó ella. "Y yo estoy dispuesta a sacr
ra un horror puro y absoluto. La mujer que amaba, la madre de mi hijo, no solo me había traicionado, sino
la capilla, su rostro compuesto
u voz falsamente compasiva. "Será mejor que confiese
un monstruo. Y supe que esta lucha no era solo por