anquila, casi serena, mientras me soltaba la bomba:
e jamás había escuchado, me dijo que me despidió de mi trabajo "por
o pequeño apartamento, riéndose y llamándome "empleaducha de cuarta", ex
ujó violentamente, haciéndome caer y golpearme la cabeza, mientras
o, solo para encontrarlos a ellos, Marco e Isabella, disfrutando de "su" esc
en un acto de desesperación, le ofrecí dinero a un ext
su cruel ironía, me había puesto frente a Matías, mi amigo de la infanci
illada, con Isabella acusándome de seducir a Marco y
inado. Era hora de que supieran quién soy