se sentía diferente, más limpio. Fui a la farmacia y compré una prueba de embarazo. Necesit
fé, las dos líneas rosas ap
ara
e alivio. Este bebé, en esta nueva vida, no conocería el dolor de tener u
sta noticia, la alegría frágil de una nueva vida. Pero esa parte de mí, la Elena i
rincipal, un aroma d
os de limpieza. Era un perfume floral,
erdo de mi vida pasada se superpuso con la r
bía un broche de perlas que no era mío. Un pequeño objeto brillante que gritaba traición. Lo r
lugar, había un vacío frío, una certeza absoluta. Sabía l
ez, yo tení
rado. No había prisa. No había desesperación. Solo la resolu
abierta. Me detuve antes de entrar, escuchan
tuve las lágrimas
nredados en las sábanas que yo misma había elegido. La luz del sol que entraba
oré. No me abal
al de la puerta, mirándolos. Mi quiet
ó, reemplazada por una molestia visible. No había culpa
io. Se sentó, sin molestarse en cubr
nfo y falsa inocencia. Era la misma mirada que había visto en mi
fría como el acero. "Tú no te metes en mis asuntos, y y
a sonrisa amarga form
Lo entiendo
lágrimas, gritos, un drama. No e
quieres?", pregu
n voz baja. "Ya no
da mirada. Escuché a Ricardo llamarme por
con cuidado, con dignidad. Sa
años, sentí que podía respirar. La traición dolía, s
Realment