posa perfecta, la diseñadora de éxito,
mi Ricardo escribió siete años atrás, ¡el día de nuestra boda!, a s
lo. Nunca nadie será tú. Mi corazón siempre se
exnovio borracho, Ricardo la defendió como un león,
emplazo, el 'curita' para su ego herido. ¡Fui una tonta!
a de Sofía, ¡ella se reía en mi cara, admitiendo que
ñada por la furia ciega de Ric
había
de liberación. Quemé cada recuerdo
ue firmó a ciegas, pa
vida creciendo dentro de mí, ¿podré finalmen