íos. Apenas podía levantarse del sofá. Ricardo seguía sin aparecer. Su ausencia era un grito sil
só. Entró en el apartamento y la e
ita. "¿Qué tienes? ¿Te sientes mal?". Su tono
respondió Sofí
un poco", se justificó él, sin siquiera acercarse a tocarle la frente. "Tengo que vol
l, que Sofía sintió la última pizca de esperanza desvanecerse. Él
rmelas sola", dijo ella, su
Mejórate". Y sin más, recogió una carpeta de su
icardo fue el golpe final, el que aniquiló cualquier duda que pudiera albergar
un trozo de su pastel en la boca, un gesto íntimo y juguetón. La foto iba acompañada de un texto: "¡Qué lindos se ven juntos! ¡Parecen más pareja
empresa que Ricardo, en un puesto que había conseguido en parte gracias a la influen
la oficina. Su jefe, un hombre leal al mentor de Ric
a? Estás en un gran momento, a p
la de forma escueta. "Necesito volver a
"¿Te vas? Pero si siempre decías que tu vida
steza. "La gente cambia,
sus pocas pertenencias de la oficina en una caja de cartón. Al fina
Ella venía apoyada en él, luciendo cansada pero con una sonrisa satisfecha
de una confusión genuina. No entendía nada. En su mente,
rdo", dijo So
eso? ¿Es una bro
Vuelvo a mi ciudad", explicó ella, su tono
untos. La publicación, la cancelación de la boda, la r
l, su voz subiendo de tono. "
por primera vez, le sonrió. Pero no era u
as tú, tus necesidades y las de Elena. Y yo era solo una
y cerró la puerta, dejando a un Ricardo atónito y a una Elena