se sentía como un abismo. Cada vez que cerraba los ojos, mi mente se llenaba de re
e en una galería de arte. Yo estaba
dijo con una sonrisa qu
dez genuina que me intrigó. Hablamos durante horas esa noche, sobre arte, sobre la vida, sobre nuestros sueños. Me contó de su trabajo en la empresa familiar, de la
llevó a un viñedo en Valle de Guadalupe. Al atardecer,
i hogar. No quiero pasar un solo día de mi vida sin ti. Sé que ambos queremos una vida diferente, sin las compl
a perfecto, él era perfecto. Me prometió honestidad. Me prometió u
ordaba cada fecha importante, me sorprendía con flores sin motivo,
Laura. "Es guapo, exitoso y te trata como a una reina. Y
struido mi vida alrededor de él, alrededor de nuestras promesas. Una
con tanta devoción, el que conocía cada uno de mis miedos y sueños, ser capaz de un engaño tan
bería esperar. Darle la oportunidad de explicar, de resolver el "malentendido" como había
ió a mi mente. "Ricardo Velasco Jr.". Era demasiado específico, dem
ansiedad era una bestia que me devoraba desde adentro. No podía quedarme aquí, esperando
la verdad con m
primero que encontré, unos jeans y una camiseta. No me maquillé, no
o y salí de la casa. No l
quién recogía a ese niño. Iba a enfrentar a quien fuera necesario. La incertidum
a las costillas. Tenía miedo de lo que iba a descubrir,