ejos de las miradas y las sonrisas falsas, la noche de la ciudad se e
tro amable y ojos tristes, salió a mi lado, era Elena,
barandilla a mi
rga, ¿verdad?",
n confiar
n una simpatía que me desarmó. "No es fácil estar c
amables, pero me h
hacer", respondí, mi
querida, todas lo hacemos de una forma u otra, per
o caras, su vida era un mundo aparte del mío, ella tenía la seguridad, la p
n capricho temporal que podía ser
la compasión, yo solo podía permi
e amarga resigna
rás suficiente dinero para su leche mañana, no podían entender lo que era sentarse al lado de la cama de tu madre
e humillación dorada, no era una elec
tre la vida y la mu
lmente, y la frase sonó a la vez co
la única verdad
za, como si entendiera u
jo suavemente. "No dejes que
una sonrisa real esta vez
que quitar", pens
ujeres en un balcón, atrapadas en mundos diferente
uerta se ab
os sirviente
el señor Vargas l
de vuelta, el breve r
y volví a entrar a la fie
u lugar de nuevo, lista para enfr