niversario de bo
cardo, encendí velas aromáticas y me senté sola en la e
un tictac rítmico, cada seg
ida se
consumieron
o no v
buscar su nombre. Justo cuando estaba a punto de
de Ri
úmero de
ció en la pantalla, una foto que
contra su hombro, estaba Camila. Ella sonreía, una sonrisa triunfante y provocadora
foto, una l
onmigo. Dice que estar
jos en la pantalla, mi
el pecho, tan intenso
avemente sobre mi vientre, se apartó bru
decisión clara y fría
orc
tenía que
el temblor de mi cuerpo, y recor
a su propia nieta desde que llegué a la casa de los Vargas, yacía en s
por la partida de Camila, su gran amor
na fecha de caducidad preestablecida. Un acuerdo de
ardo en secreto desde que éramos niños, y una parte de mí cr
reció que mi espera
aron noticias del extranjero: Cami
ar. Empezó a notarme, a hablarme, a sonreírme. Se convirtió en un esposo atento
había ganado, que l
ilus
urbuja de mi feli
a reg
que su matrimonio había sido una farsa para dar
ezado a llamarme "esposa" con cari
as conversaciones se llenaron de silencios incómodos. Su l
casa, la esposa de papel q
, algo era
uesta a seguir
terminación feroz. Por el bien de esta pequeña v
número d
veces. Finalmente, contestó. Su
s, Elena? Es
a alta y la risa
onaba sorprendentemente f
tus dramas ahora," esp
stí. "Es i
e Camila. "¿Es Elena? Dile que no m
ión. "Mira, Elena, Camila no se siente bien.
co
en silencio, la pantalla negr
imo rescoldo de amor que quedaba en
aca