z liberada, es un
la ira al blanco pálido de la culpa. Elena se q
Sistema me había dado un guio
intenté ocultar. «Mientras las numerosas habitaciones de invitados de esta m
ta flotara en el a
ía. Sin ventanas, sin ventilación, apenas más grande que un a
Por primera vez, alguien estaba diciendo en voz alta l
ogante, intentó defen
la es una desagradecida! ¡So
onido seco y
la anciana que la cuidó en la comuna durante años? La mujer que fue más madre para ella que tú
to que el Sistema me había proporcionado. La familia se
dedo. «Pero la única que ha estado viviendo como una princesa
l se le escapaba de las manos,
se llevó una mano al corazón y
zón... no pued
l sofá, jadeando
ritó Elena, cor
el pánico borrando cualquier r
ital! ¡Llamen al
vez más, dejada atrás mientras su familia
a delicada" de Isabella como una afección menor, exagerada y utilizada como h
mano firme en el hombro. Ella s
suya», le dije en voz baja pe
n una nueva chispa de determinació
inconsciente" Isabella en su lujoso auto. Los seguimos en un taxi, el medidor cor
en un 15%. Recompensa ac
de Medellín, el drama continuó. La familia exigía ate
a ser un ataque de pánico leve, intervine de nuev
ción de otras personas. «Es increíble cómo la delicada condición de la señor
iró hacia
a boca! ¿Qu
para quedarse a su lado. Sé que fingió una reacción alérgica a las nueces, culpando a Sofía por dejar un paquete abierto, justo antes de una importante reunión familiar donde se iba a discutir
ulación, cada mentira. La presión
na camilla, se sentó de golpe. Su rostro estaba rojo, no p
Estás inventan
pidamente. El ataque de pánico fingido se estaba convirtie
iró con una nu
or, intente calmar
o. La manipulación habí
unca. La defensa que yo le había proporcionado la había em
hacia ella y le dijo: «Vámonos a casa. Hablaremos
ó la c
os firmes, le hizo un gesto a su
o