entro comercial. Era un olor feliz, el olor de los fines de semana. Mi h
ás rápido! ¡El
mbro. "Ya voy, mi amor. El foso de
empre estaba hablando por teléfono. Negocios, siempre negocios. Me lanzó una sonri
a encargada, una chica joven con una sonrisa can
ien, por fav
realmente, más interesa
podía ver la entrada de cristal. Máximo se se
ien?" le
or mis hombros. "Un gran negocio a punto de
trabajo a tiempo completo. Mi trabajo como cuidadora de ancianos a domicilio era exigente, y el recuerdo de la depresión pospart
Leo sea feliz,"
Máximo, besando mi f
gudo rompió el murmull
s salió corriendo, con el rostro
to!" gritó. "¡Un niño.
zón se
áximo a un lado. Corrí hacia la entra
v
Leo yacía inmóvil. Su camiseta de dinosaurios
El mundo se