e acondicionado helado, una puerta que podía cerrar con seguro. Me encer
larizada, vi cómo el autobús finalmente se ponía en marcha, dejando atrás la
sensació
el pasillo me llamó la atención. Miré por la
visiblemente, venía Máximo. Su hijo. El hombre que me había atado, golpeado y dejado m
ase, yendo de compartimento en co
enas entendí, pero cuyo tono era inconfundible. "¡Inútil! ¡Dejaste que se es
espuestas sumisas, su m
ación de streaming, le puse un título sensacionalista: "Acosada en autobús de lujo por f
spetó Elena a Leo, que ha
olpe. Un hombre corpulento, con los brazos cubiertos de tatuajes y cara de pocos amigos,
l hombre. "Mi hija está tratando de dorm
vida anterior, no le había prestado atención.
"Señor, por favor, solo buscamos a un
primera clase. Si no tienen boleto para estar aquí,
irada, pero agarró a Máximo y a Leo y empezó a re
fuerza. No se habían ido. Solo se habían rea