ista para recoger el resto de mi equipaje, una pequeña malet
aba ella
gas que pretendían ser de piedad, pero que yo sabía que ocultaban una crueldad in
gre se
es del niño, estaba mi portafolios de diseño. Estaba abierto, y Leo estaba untando con sus de
lió cortante, desprovista de la compasió
, señorita. Qué bueno que regresa. Su bolsa se
en la boca. El dinero para ese dulce, lo sabía con una certeza aterradora,
¿Así cuida usted las cosas ajenas? ¿Dejando que su
Elena, adoptando el papel de víctima. "Solo inte
ida pasada, me habría disculpado, me habría
éfono y empe
an a vernos. "Esta mujer me robó dinero del bolso y ahora su nieto
ela piadosa se cayó, revelando una furia venenosa
directamente a su cara. "Usted se sentó en mi lugar
ron a murmurar. Un sobreca
sucede
esastre en mi portafolios. "Exijo que la bajen del
de última generación y mi determinación, tomó un
e a su nieto y no toque las
reocupe," le dije al sobrecargo con una sonrisa forzada.
odio de Elena clavada en mi espalda. El primer encu